El pasado 15 de abril Ramona y Pamela Gorosito eran asesinadas en un domicilio en la zona sur de la localidad de Yuto, por la ex pareja de una de ellas, Javier Broy, quien luego se dió a la fuga y fue capturado en la provincia de Salta 6 días después.
Las dos mujeres fueron víctimas de femicidio y otra resultó con heridas de gravedad, dejando cinco menores de 3, 7, 8, 11 y 14 años que quedaron al cuidado de tios y del padre de uno de los menores.
El fiscal especializado en Violencia de Género, Fernando Lobo sostuvo que la causa sigue caratulada como “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por el contexto de género” en el caso de Pamela, en el caso de Ramona como “homicidio simple” y en el de la madre de ambas, Graciela, como “lesiones leves”.
“La causa tuvo un avance importante porque se otorgó la prisión preventiva”, indicó en declaraciones a UnjuRadio y agregó que el pasado miércoles “uno de los puesteros de la zona de Vinalito, encontró un arma de fuego calibre 16 en el monte”.
Por este motivo se realizó una inspección ocular donde “se dio con el arma” para luego “ser procesada por el Departamento de Criminalística del Ministerio Público de la Acusación”, y que además “se ordenaron las pericias correspondientes”.
Asimismo precisó que el arma blanca -un machete- que ocasionó la muerte de Pamela, por traumatismo encéfalocraneano, debido a los múltiples golpes que le propinó el acusado, aún no fue encontrada.
Por último señaló que en la causa se presentaron dos querellantes particulares y que en las próximas semanas solicitarán “los testimonios pendientes”, para poder elevar la causa a juicio.
Por su parte el Jefe de Fiscales Regionales, Dr. Blanco añadió que el femicida está alojado en el Servicio Penitenciario de la provincia, “por una cuestión de seguridad” y que esto “no obstaculiza el trámite de la causa”.